¡PREDICAR, ORAR y ESCUCHAR!
Yo he comenzado a predicar en español una vez más y oro por la gente que necesita ministraciónes. Lucho un poco para encontrar las palabras correctas que transmiten mis pensamientos en un idioma que no he utilizado para 3 años y medios. Poco a poco sin embargo la espontaneidad en español crece a medida que encuentro más oportunidades para ministrar.
Esta tarde oré para un joven adulto que se metió en un accidente sumamente grave; su amigo se murió inmediatamente. El camión golpeó un canto rodado y giró en el aire un par de veces antes que cayera en el camino, tropezando y derribando por el camino. Estuvo como una escena de la película, los Transformadores. La pierna derecha del joven adulto es fracturado en más de una área, la cabeza y el cuerpo son cubiertos con abrasiones, los rasguños, heridas profundas, y unas pocas costillas son rotos. Los doctores pincharon un pequeño hoyo en el lado del pecho para desaguar la sangre y el líquido. Su supervivencia del choque y la recuperación rápida es debido a la misericordia del Señor y las oraciones de muchas personas.
En el día de Navidad, una señorita compartió conmigo la historia de cómo El Señor la salvó de un pariente que trató de meterla en rituales satánicos y brujería en otro país. Fue un testimonio que me sacudió y sonó como una película de terror.
Un hombre me contó su testimonio de cómo el Señor le dio la inspiración de crecer como marido, padre y líder en la iglesia después de haberlo salvado de la embriaguez. ¡Dios es bueno! Su misericordia no tiene fin.
¡Alabe al Señor! ¡Que maravilla es - el regreso a la silla de caballo o mejor dicho a las oportunidades para ministrar y ser ministrado!
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